Caito Risatti formó parte de la fiesta que se vivió en el Juan y Oscar Galvez de Buenos Aires, en el 75º aniversario de la máxima.
El viernes la actividad se suspendió por lluvia y eso impidió que se realicen los primeros entrenamientos de la categoría.
Las cosas no habían comenzado de la mejor manera el día sábado, ya que en los entrenamientos se produjo la rotura del impulsor del ford. Eso impidió realizar una buena clasificación producto que debió penalizar 6 décimas al tiempo de clasificación.
El domingo, en la serie, recuperó un par de posiciones. En la carrera final, Caito mostró un gran andar en las primeras vueltas de la competencia, ya que superó a varios pilotos, pero luego de un par de vueltas, el motor nuevamente dijo basta y el piloto de Laboulaye tuvo que desertar.
Fuente y foto: Prensa Caito Risatti.
